lunes, 31 de agosto de 2015

Cuando parece que Dios no está. N.T Wright.


Cuando parece que Dios no está.
N.T Wright. [1]


La Biblia está llena de historias de Dios que interactúan directamente con los seres humanos, Él habla con Moisés desde una zarza ardiente, Él envía fuego sobre la ofrenda de Elías, Él viene a la tierra como un hombre.

Pero hoy en día  parece que no vemos a Dios interviniendo directamente tanto. A veces, incluso, nos parece que Él no participa en lo absoluto.

Nosotros hablamos con el teólogo, autor y profesor N.T Wright acerca del por qué suele parecer de esta manera, lo que podemos aprender cuando se siente que Dios no está respondiendo a las oraciones, y  de cómo debemos orar cuando una situación parece no tener  esperanza.

Parece que no vemos hoy a Dios moviéndose con tanta claridad como lo vemos en la Biblia. ¿Por qué crees que es?

Creo que parte de nuestro problema con esto se debe a que leemos la Biblia  retrospectivamente.  Nos miramos y decimos: "Oh, sí, Dios rescatando a su pueblo de Egipto", Genial, eso es dramático (fantástico) y así sucedió, pero luego [vemos]  en los Salmos y  los poetas  que  dicen "¿Nos ha olvidado a Dios? ¿Ha olvidado el tener misericordia? ¿Él nos ha abandonado? Se ha ido por  un largo tiempo”.

El gran libro de Isaías prometió un nuevo gran momento en que Dios vendría en persona y se convertirá en rey. Sin embargo, esa gran promesa fue hecha  500 años antes de que Jesús viniera. Durante esos 500 años muchos judíos sabios meditaron, oraron y lucharon. Mientras otros decían: "Oh, es sólo un montón  de antigua mitología. Nunca va a suceder. "Pero siguieron orando y esperando y finalmente este evento explosivo sucedió, lo llamamos Jesús.

Me parece que a menudo ese también es el camino para nosotros. Esperamos y oramos y parece como si nada sucediera, y luego, para nuestra sorpresa, algo sucede de repente y pensamos: "¡Oh Dios mío! ¡Eso es por lo que yo estuve orando, pero no sabía que iba a tener este aspecto!". Esa es la experiencia característica, tanto en el mundo judío que vemos en los Salmos y  en los profetas como en el mundo cristiano.

"Si Dios te mantiene  en  oscuridad por el momento, puede ser porque tienes que pasar por una temporada de invierno con el fin de que cuando la primavera  llegue,  encuentre  nuevas plantas bien arraigadas”.

En mi experiencia pastoral, trabajando con mucha gente en muchos contextos diferentes, la idea de que "Genial, ocurrió entonces, sin embargo no parece estar funcionando para nosotros ahora", es un sentimiento característico. Entonces de repente, de la nada, por lo que parece Dios hace una nueva cosa y la gente dice "¡Oh Dios mío, eso es extraordinario ¿Cómo sucedió eso? "La respuesta es: eso es por lo que hemos estado esperando y orando, sólo que nosotros no sabíamos que iba a tener ese aspecto.

Entonces, ¿qué le dices a la gente que está en un período difícil y que está esperando a que pase algo y simplemente no viene?

Que  ese período de espera es como cuando  siembras una semilla bajo tierra en  otoño, y deseando con impaciencia dices:"Yo planté, quiero algo de inmediato, por favor." Pero usted tiene que esperar hasta el invierno.

Durante el invierno no es que no pase nada, la semilla está germinando fuera de la vista bajo tierra. Tiene que estar allí. [Luego llega] la primavera, cuando los nuevos brotes salen,  y se ven claramente para nosotros,  aunque  no hemos visto nada pasar hasta entonces, en realidad las cosas han estado pasando, pero bajo tierra.

Una y otra vez Dios obra subterráneamente  en nuestras vidas, en nuestra imaginación, en nuestras circunstancias personales y en el resto del mundo y de repente algo nuevo sucede, un nuevo proyecto, un nuevo momento en nuestra vida, y  nos quedamos asombrados. T.S. Elliot tenía ese maravilloso poema que es parte de sus cuatro cuartetos en el que  dice: "Espera sin pensar, porque aún no está listo para el pensamiento." En otras palabras, ni siquiera tratemos de averiguar lo que está pasando. Si Dios te mantiene en oscuridad durante el  momento, puede ser porque tienes que pasar por una temporada de invierno con el fin de que la primavera, cuando llegue, encuentre  nuevas plantas bien arraigadas.

Eso es muy difícil, porque la oscuridad es eso,  oscuro. Pero ahí es donde nos aferramos a las enseñanzas  y las promesas de Jesús.  Jesús enseñó parábolas sobre semillas que crecían en secreto y así sucesivamente, precisamente para que la gente pudiera aferrarse a la promesa de que, incluso cuando se ve oscuro, parece que no pasa nada, Dios está trabajando;  las semillas de hecho producirán  fruto en el momento adecuado.

¿Qué piensa acerca de la oración para la curación? Algunas personas oran directamente por la curación, mientras que otros simplemente oran  para que la voluntad de Dios sea hecha. ¿Hay una mejor manera de orar en esas situaciones?

Una de las cosas que habla el Nuevo Testamento en cuanto al trabajo del Espíritu Santo es el regalo del discernimiento sobre saber porque orar. Porque a veces, si alguien se está muriendo y está claramente enfermo, en realidad es cruel decir: "Yo creo que Dios va a sanar a esta persona en este momento." Porque en realidad, esto puede ser el momento para partir.

A veces, entonces,  es [mejor ] orar por una buena muerte en lugar de ser salvo de ese  instante de la muerte. Todos vamos a morir, y sería tonto si todos tratamos de imaginar que incluso cuando alguien tiene  una buena vejez, que Dios todavía quiere traerlos de vuelta de la muerte una vez más.

Sin embargo, al mismo tiempo, hay muchas ocasiones en las que alguien  siendo abandonado  por los médicos de profesión (los médicos  dicen "No hay esperanza, esta persona va a estar muerto dentro de dos o tres días"), es  que  es a través de la oración, que  la situación puede dar una vuelta radicalmente.

En mi familia tenemos un caso: una sobrina mía, hija de mi hermana, cuando tenía 6 años de edad, fue dado por muerta  con insuficiencia renal doble. Ellos contaban que moriría dentro de uno  o dos días. Pero esa chica está ahora en sus 30, ha sido maestra misionera en la India, y es una chica cristiana preciosa, y esto  porque había gente de todo el mundo orando por ella. Para  sorpresa, los médicos en la actualidad no saben cómo sus riñones mejoraron, pero lo hicieron.

Si estás en el ministerio,  encontrarás constantemente personas que tienen historias  que contar. Igualmente, sé  de un montón de gente para la que se hicieron oraciones similares y no fueron curadas. Esto sigue siendo un misterio. No tenemos ni idea de ese misterio. Es por eso que, en Romanos 8, uno de los capítulos cruciales más importantes de la Biblia, San Pablo dice que no sabemos qué orar como debiéramos, pero el Espíritu gime dentro de nosotros con gemidos inarticulados, y Dios escucha lo que el Espíritu está diciendo.
En otras palabras, cuando estamos habitados por el Espíritu Santo, entonces de alguna manera, Dios está orando en nosotros por el dolor que nos rodea. A pesar de que no sabemos lo que hemos de pedir, si estamos a la espera de Dios siendo  paciente y aprendiendo a orar, entonces de alguna manera, la oración traerá consigo la nueva creación, incluso si no es en la forma en la que al instante la queremos.

Es, pues,  importante que luchamos con esa pregunta en lugar  de decir: "Siempre debemos orar y Dios siempre hará lo que queramos." O decir: "Bueno, no es probable que vaya a pasar, así que vamos a orar "Hágase tu voluntad". "Podemos colapsar en una de esas dos direcciones, y me parece que el camino de la sabiduría es aferrarse al medio a pesar de que eso resulta incómodo. Pero sin embargo nos enseña paciencia y  humildad, y es que el Evangelio es sobre el aprendizaje de la paciencia y la humildad en la presencia de Dios.

1. Título original y origen de la publicación:

N.T. Wright: When It Appears God Isn't at Work. What God's work in our lives actually looks like.

http://www.relevantmagazine.com/god/practical-faith/nt-wright-when-it-appears-god-isnt-working#lqsmbb8A0wO1AypU.99

Traducido por Jesús Zamora

martes, 18 de agosto de 2015

San Pablo y el uso político de la palabra Evangelio en el mundo romano.




Pablo, al igual que el resto de los primeros cristianos, fue un hombre de su tiempo, y como tal vivió en una cultura y cosmovisión  distinta a la nuestra, en la que las palabras y los  conceptos no siempre significaron lo mismo que hoy. Esta labor, la de encontrar el verdadero significado de los términos y las palabras en otras culturas es tarea de la Historiografía y  la Lexicografía.
         
           La palabra evangelio (εὐαγγέλιον), literalmente buenas nuevas, probablemente hoy en día haya sido cargada de un significado únicamente evocado al ámbito espiritual, olvidando por otro, su significado más político. Antes de empezar hay que recordar que en el mundo antiguo esa división entre lo religioso y lo político no existía, es más lo político estaba íntimamente ligado a cuestiones que hoy consideraríamos únicamente religiosas.

         En primer lugar, al igual que muchas otras palabras el término evangelio no fue una palabra que tuvo su génesis con Pablo o los evangelistas, no fue un término  creado por los primeros cristianos. La palabra evangelio aparece ya recogida  en la literatura veterotestamentaria:


Súbete a un alto monte,

oh Sion, portador de buenas nuevas[Evangelio];

levanta con fuerza tu voz,

oh Jerusalén, portadora de buenas nuevas[Evangelio];

levántala, no temas.
Di a las ciudades de Judá:
Aquí está vuestro Dios.
10 
He aquí, el Señor Dios vendrá con poder,
y su brazo gobernará por El.
He aquí, con El está su galardón,
y delante de El su recompensa. Isaías 40.9-10

¡Qué hermosos son sobre los montes

los pies del que trae buenas nuevas [Evangelio],

del que anuncia la paz,

del que trae las buenas nuevas [Evangelio] de gozo,

del que anuncia la salvación,
y dice a Sion: Tu Dios reina! Isaías 52.7


Y también aparece recogida  en el mundo romano en la siguiente inscripción dedicada al primer emperador romano:
La providencia  que ha ordenado nuestras vidas, mostrando su preocupación y celo, ha ordenado la misma perfecta consumación a través de Augusto, dándole virtud para hacer la obra  de benefactor de los hombres y, con él, enviándonos a nosotros y a los nos seguirán un salvador,  que pone fin a la guerra, que implanta el orden por doquier...; el nacimiento del dios [Augusto] fue desde el principio del mundo de las alegres buenas [Evangelio] que el ha traído a los hombres... Inscripción de Priene `[1]

         Como podemos ver, pues, la palabra evangelio  era ya  usado por ambas culturas, que no eran para nada herméticas, y en ambos textos tienen un sentido político y  no únicamente religioso. 

      Pablo y los primeros cristianos recogen esa palabra porque observaron que  el cumplimiento de esas promesas  veterotestamentarias, que consistían en Dios gobernando y  destronando a los dioses paganos,  de la victoria de Israel  y de la caída de Babilonia, de la llegada del siervo rey y la consecuente llegada de la paz y la justicia [2] habían comenzado con Jesús. Y esto es lo que observamos en sus escritos:

     Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,  que El ya había prometido por medio de sus profetas en las santas Escrituras,  acerca de su Hijo, que nació de la descendencia de David según la carne,  y que fue declarado Hijo de Dios con  poder, conforme al Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo, Romanos 1.1-4

     Pero también, probablemente, porque como indica  Richard A. Horsley en su obra  Jesús y el Imperio, "En el mundo imperial romano, el “Evangelio” eran las buenas nuevas de que el césar había establecido la paz y la seguridad. César era el “salvador” que había traído la “salvación” a todo el mundo. Las gentes del imperio debían tener “fe” (pistis/fides) en su “señor” el emperador. Además, el césar, señor y salvador, había de ser honrado y celebrado en las “asambleas” (ekklesiai) de ciudades como Filipo, Corinto y Efeso. Al aplicar este significativo lenguaje imperial a Jesús-Cristo, Pablo lo estaba convirtiendo en la alternativa o en el verdadero emperador del mundo, cabeza de una antiimperial sociedad alternativa internacional . En efecto, Pablo insistía ante las “asambleas” alternativas que él ayudó a crear, algunos de cuyos miembros eran un tanto escépticos o no lo entendían, en que Cristo estaba a punto de retornar como Señor y salvador en una parusía al modo imperial que, evidentemente, terminaría con el reinado de Roma e instauraría el “Reino de Dios” (cf. Flp 3,19-21; 1 Cor 15,24-28; 1 Tes 4,14-18). No hay que admirarse, entonces, de que Pablo tuviera fama de haber predicado en Tesalónica y en otros lugares que “hay otro emperador llamado Jesús” y que sus asambleas estuvieran actuando “contra los decretos del césar” (Hch 17,7)." [3]



1. Wrigt, N.T. El verdadero pensamiento de Pablo,  Clie, 2002, p. 49.
2. Ibid. p. 50.
3. Horsley Richard A. Jesús y el Imperio,Verbo Divino, 2003, pp. 165-190